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BLACK DRAGON

Relatos2

Como dije, os iba a torturar con mi literatura de novato y sin idea. Aquí os presento, la primera parte de mi "obra". Aún sin título. Pero bueno, para cuando la acabe ya tendré título. Llamemosla mientras, "Historia X" (y no es porno, la x es de incognita, mal pensados, jajaja). Sin más, aquí os presento:
"HISTORIA X" Cap. 1
Cogió el teléfono, marcó y esperó. Un tono, dos tonos, tres… los tonos sonaban uno tras otro. No recibió respuesta alguna. Empezaba a estar preocupado. Por su mente pasaban todo tipo de desgracias. La angustia aumentaba, y él no tenía forma de saber que había sido de ella. Pero él sabía que tampoco podía quedarse ahí sentado, delante de la mesa sin hacer nada. Echo la silla hacia atrás, se dirigió al baño, y metió la cabeza bajo el grifo esperando encontrar una serenidad que no recuperó. Se secó y cogió el abrigo dispuesto a salir a la calle. Cuando estaba apuntó de cerrar la puerta se detuvo. Algo se le olvidaba. ¿Qué podía ser? “Piensa, Julio, piensa… ¿Qué te olvidas?... El móvil, mierda, si es que pareces tonto, y ¿si te llama al móvil y tú no te enteras?”. Ya con el móvil en el bolsillo, cerró la puerta y se dirigió escaleras abajo. En la entrada pudo comprobar que caía una ligera lluvia y él no llevaba ni paraguas ni capucha. Daba igual, no se iba a mojar mucho. Abrió la puerta y dió el primer paso en la calle. Algo extraño flotaba en el ambiente, o al menos eso es lo que creía notar Julio. En realidad era una noche cualquiera de otoño, fría, solitaria y húmeda. Cruzó varias manzanas hasta encontrarse con otro transeunte. No era frecuente que pasada la medianoche la gente circulara un martes por esas calles, y no le extraño el no haber encontrado a nadie hasta ese momento. Cuando por fín llegó al barrio, al cuál se dirigía decidido, la lluvia había cesado. Ahora la luna llena, asomaba tras las nubes y junto a la luz de las farolas, coloreaba las fachadas de las casas, de un extraño colo verdoso. Tras cruzar un par de calles más se quedo quieto en frente de unos pisos. No había luz en ninguno de los pisos. Pensó, “no hay nadie aquí tampoco”, y cuando estaba a punto de dar media vuelta, una fugaz luz asomó por la ventana del cuarto piso. La angustia tornó en terror. Ese era el piso de Lydia. Por fin, reaccionó y fue capaz de dar un paso en dirección al portal de la casa de su novia. Busco la copia del juego de llaves que él tenía y pese a sus manos temblorosas, consiguió meter la llave correcta. Subía las escaleras de tres en tres y cuando estaba delante de la puerta del piso de Lydia paró en seco. No estaba seguro como debía actuar. Si había alguien dentro del piso, él sabía que con su corpulencia no era capaz de detener a nadie. Era un chico bajito y enclenque. Si llamaba a la policía y era una falsa alarma, tendría que aguantar una buena reprimenda. Las dudas aparecían una tras otra. Sacó el telefono móvil y marcó el telefono de su novia . Dentro de la casa no se oía nada. Marcó ahora el de la casa de su novia y pegó la oreja a la puerta. Oía el timbre del telefono en el interior pero nada más. “¿Esa luz habrá sido un juego sucio de mi mente?”. ¡NO! Una vez que cesó el sonido del telefono había oído un sonido seco en una habitación cercana. Por fín, se decidió. Metió la llave por la cerradura suavemente. Si había alguien quería pillarle por sorpresa. Giró muy despacio y la puerta se abrió. Él sabía que a mano derecha de la puerta su novia tenía el bastón que usaban cuando juntos iban a hacer montañismo. Lo cogió y cerro la puerta sin emitir ruido alguno. Se dirigió a la habitación que había a la izquierda que era donde él había oído el ruido. Al llegar a la puerta de la habitación su corazón empezo a palpitar como nunca lo había hecho. Una sombra se encontraba de espaldas, junto a la cama, y se movía buscando algo. La sombra no había notado la presencia de Julio, y éste, sabía que aquella sombra tan corpulenta no era su novia. “Un golpe bien dado, y seguro que ya no se levanta”, pensó. Subió el bastón con intención de agredir al sospechoso, cuándo escucho un ruido justo detrás suyo. “Mierda, son dos”, fue lo único que le dio tiempo a pensar antes de caer como un saco de plomo al suelo. (continuará)

4 comentarios

La loca cabreá -

Bueno, quéeeeee!!!
Pa cuando la próxima entrega, que se ma ha olvidado ya de qué iba el rollo.

Ideas:
- Farruquito se ha colado con un ciclomotor sin licencia ni casco y lo ha atropellado en el pasillo.
- Se ha girado y ha encontrado a Marujita Díaz tratando de besarle. Se desmaya del disgusto.
- Un alienígena se cuela en su casa y lo deja inconsciente para hacerle una exploración rectal.
- Se ha confundido de casa y se ha metido sin querer en la casa del Gran Hermano. En un arrangue de furia, Bea le arrea en el coco con una sartén mientras canta el himno de la Legión.

Yo te doy las ideas que quieras, wapo, pero sigueeeee!!

Txikia -

Las tuyas

La loca -

Gracias ;)

La loca -

A ver, a ver, vamos por partes.

1-La historia genial, pero ya puedes seguir pronto, que me tienes en vilo. Mecagontusmuelas, con lo que me fastidia quedarme a medias con estas cosas.

2- POR DIOS, POR DIOS, POR DIOS. Cambia el color de la letraaaaaa!!! Puedes probar con un color clarito, gris claro o incluso rojo muy suave. He estado a puntito de quedarme ciega leyendo.

3-Me encanta el fondo que le has puesto al weblog, está muy bien.

Un besazo, y sigue, que lo haces muy bien.